miércoles, 31 de agosto de 2011

Velas


Los días del futuro se alzan ante nosotros
como un hilera de velas encendidas –
doradas, vivaces, cálidas velas.

Los días del pasado quedaron tan atrás,
fúnebre hilera consumida
donde las más cercanas aún humean,
velas frías, torcidas y deshechas.

No quiero verlas; su aspecto me aflige,
me aflige recordar su luz primera.
Miro ante mí las velas encendidas.

No quiero volverme, y estremecerme al contemplar
qué rápidamente se alarga la hilera sombría,
qué rápidamente crece con sus velas ya consumidas.

Velas. Konstantinos Kavafis (1863-1933) nació y murió en Alejandría.

martes, 30 de agosto de 2011

Ítaca


Ítaca

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones y a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébanos,
perfumes deliciosos y diversos,
cuando puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extiendan largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Más ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
Comprendes ya qué significan las Ítacas.


Ítaca, de Konstantinos Kavafis (1863-1933) nació y murió en Alejandría. Editorial Mondadori, edición marzo 1998.

lunes, 29 de agosto de 2011

Realidad


Como todos los muchachos, amaba y envidiaba yo ciertas profesiones: al cazador, al ganchero, al carretero, al funámbulo, al explorador del Polo. Pero lo que más me hubiera gustado, con mucho, es haber sido mago. Esta era la dirección más profunda e íntima de mis instintos, cierta insatisfacción con eso que llamaban “realidad” y que en aquellos tiempos me parecía un convenio absurdo de los adultos; pronto me caractericé por el rechazo, unas veces temeroso, otras burlón, de esa realidad, y por el ardiente deseo de hechizarla, de transformarla y de sublimarla. Hermann Hesse.

jueves, 25 de agosto de 2011

Pirro y Cineas


Cuando el rey Pirro preparaba su expedición a Italia, su sabio consejero Cineas quiso que advirtiera la vanidad de su ambición: “Bien, señor”, le dijo, “¿con qué fin tomas todas esas grandes disposiciones?” “Para hacerme dueño de Italia”, replicó el rey. “¿Y después?”, inquirió Cineas. “Penetraré en la Galia y en Hispania”, respondió el monarca. “¿Y luego?””Someteré al África y, por fin, cuando haya dominado todo el mundo, descansaré satisfecho.” “Por Dios, señor”, repuso Cineas, “dime qué te impide hallarte ahora en la condición de que hablas? ¿Por qué en este instante no te colocas en el estado que pareces pretender y te ahorras todos los trabajos y riesgos que se interponen?” Michel de Montaigne (1533-1592), de sus ensayos.

miércoles, 24 de agosto de 2011

El sentido de la vida


¿El sentido de la vida? Primero, procurar no fallar; luego, procurar fallar sin desfallecer. En cuanto a si merece la pena vivir, te remito a lo que comentaba a este respecto Samuel Butler, un escritor inglés a menudo guasón: “Ésa es una pregunta para un embrión, no para un hombre.” Cualquiera que sea el criterio que elijas para juzgar si la vida vale la pena o no, lo tendrás que tomar de esa misma vida en la que ya estás sumergido. Incluso si rechazas la vida, lo harás en nombre de valores vitales, de ideales o ilusiones que has aprendido durante el oficio de vivir. De modo que es la vida lo que vale… incluso para quien llega a la conclusión de que no vale la pena vivir. ¡Más razonable sería preguntarnos si “tiene sentido la muerte”, si la muerte “vale la pena”, porque de ésta si que no sabemos nada, ya que todo nuestro saber y todo lo que para nosotros vale proviene de la vida! Creo que la ética digna de ese nombre parte de la vida y se propone reforzarla, hacerla más rica. Me atreveré a ir más lejos, ahora que nadie nos oye: pienso que sólo es bueno el que siente una antipatía activa por la muerte. ¡Ojo! Digo “antipatía” y no “miedo”; en el miedo siempre hay un inicio de respeto y bastante sumisión. No creo que la muerte se merezca tanto… Pero ¿hay vida después de la muerte? Desconfío de todo lo que debe conseguirse gracias a la muerte, aceptándola, utilizándola, haciendo manitas con ella, sea la gloria en este mundo o la vida perdurable en algún otro. Lo que me interesa no es la vida después de la muerte, sino que haya vida antes. Y que esa vida sea buena, no simple supervivencia o miedo constante a morir. Extraído de “Ética para Amador” Fernando Savater. Editorial Ariel. 24ª edición, julio 1995.

lunes, 22 de agosto de 2011

Desembarco de Normandía










Fotos: Cementerio Estadounidense en Colleville-sur Mer, Iglesia de Colleville-sur Mer, playa y acantilado de Omaha, interior de un búnker aleman para defensa de las playas de Utah y Omaha.

En la madrugada del 6 de junio de 1944 diez divisiones estadounidenses, británicas y canadienses pusieron pie entre el río Orne y el Vire. Aunque no se lograron todos los objetivos previstos y se conquistó muchísimo menos terreno que el esperado, se instalaron sólidas cabezas de playa donde a lo largo de los siguientes días desembarcarían 250.000 hombres y 50.000 vehículos. Se desarrolló desde el 6 de junio hasta el 25 de agosto (liberación de París) Después de 68 años, el desembarco de Normandía continúa siendo la mayor operación de invasión por mar en la historia, ya que casi tres millones de soldados cruzaron el canal de la Mancha desde Gran Bretaña a la región de Normandía en la Francia ocupada.

El Cementerio Estadounidense de Normandía es uno de los 14 cementerios militares permanentes de la segunda Guerra Mundial en territorio extranjero. Está situado a escasos metros de la playa de Omaha. Dimensiones 172,5 acres. Lápidas 9.387 (todas las cruces de mármol blanco de Lasa) Cruces latinas 9.238. Estrellas de David 149. Desaparecidos en acción 1.557. Grupos de hermanos 41.

domingo, 21 de agosto de 2011

Religión-intolerancia


El binomio religión-intolerancia no es inseparable. No siempre ni en todas las religiones positivas a lo largo de sus respectivas historias se ha dado esa simbiosis. El problema nace si a la verdad absoluta se une el poder político como respaldo e instrumento de aquélla. Es entonces cuando surge la sociedad intolerante, santa en su intransigencia convencida de su derecho a combatir al otro, sea éste hereje desgajado de la propia fe o creyente de otra o descreído silencioso. Francisco Tomás y Valiente - A orillas del estado.

jueves, 18 de agosto de 2011

La dignidad



Me parece que lo importante es vivir con el máximo de verdad. Lo importante no es ser feliz, sino digno de ser feliz. Si la felicidad no va acompañada por la dignidad, me parece despreciable. No son palabras mías, sino de Kant. En uno de mis libros, Ética y condición humana, ya digo que lo importante es alcanzar lo que los antiguos llamaban la “buena vida” y evidentemente eso es algo que debe hacerse con los ojos abiertos. Eugenio Trías. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Cinismo


Resulta sencillo aceptar el deterioro de las cosas cuando se convive con ellas. A veces ni se percibe el manoseo porque la tolerancia con el cinismo nos vuelve poco escrupulosos.

martes, 16 de agosto de 2011

La visión global


La acumulación de información estorba a la visión global. La visión implica casi un desnudamiento previo. Si acudimos a interpretar el mundo cargados de información, inevitablemente contaminamos lo que observamos, porque proyectamos toda esa información sobre el fenómeno. Cuando los místicos intentaban comprender y acercarse nada menos que a lo divino, se apresuraban a aniquilarse, a desnudarse, y entonces era cuando conseguían ver. Para comprender muy profundamente, con una visión global, hay que empezar por prescindir de la hojarasca. José Luis Sampedro. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

lunes, 15 de agosto de 2011

La obra de arte.


La obra de arte es, por supuesto, búsqueda de la belleza, pero también algo mucho más importante todavía, para mí: es la vía de conocimiento distinta de la de la ciencia, es una manera de conocer e interpretar el mundo, de conocernos e interpretarnos nosotros mismos, independientemente de la belleza. La belleza tiene la ventaja de que nos sugestiona y nos permite llegar más lejos es esa visión intuitiva, en esa visión global. Más aún: el arte está más cerca de la sabiduría. Vivimos en una sociedad muy rica en conocimiento científico, en técnica, y enormemente pobre en sabiduría, que es el arte de vivir, de llevar al como las potencialidades de la existencia humana. José Luis Sampedro. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

sábado, 13 de agosto de 2011

Festival de Mérida. Antígona de Sófocles



Fotos: Representación del día 12 de agosto. Festival de Mérida, 57 edición. Teatro Romano. Antígona de Sófocles. Dirección Mauricio García Lozano. Interpretada en otros por: Blanca Portillo, Marta Etura, Rosa Manteiga, Antonio Gil, María Botto, Alberto Amarilla, David Luque, Elias González. Representaciones hasta el día 28 de agosto.

… No te habitúes, pues, a pensar de una manera única, absoluta, que lo que tú dices –mas no otra cosa-, esto es lo cierto. Los que creen que ellos son los únicos que piensan o que tienen un modo de hablar o un espíritu como nadie, éstos aparecen vacíos de vanidad, al ser descubiertos.
Para un hombre, al menos si es prudente, no es nada vergonzoso ni aprender mucho ni no mostrarse en exceso intransigente, mira, en invierno, a la orilla de los torrentes acrecentados por la lluvia invernal, cuántos árboles ceden, para salvar su ramaje; en cambio, el que se opone sin ceder, éste acaba desguajado... Antígona. Sófocles. Editorial Salvat, edición de 1969.

jueves, 11 de agosto de 2011

La vida a través de la música.



“A través de la música se puede aprender sobre la vida. Suelo poner siempre el ejemplo de la orquesta como el mejor para aprender cómo vivir en sociedad. Vea lo que pasa con un solista de clarinete o de oboe. En un momento puedes tener un solo muy importante y llevas a todos, todo el mundo te sigue. Terminas la frase ocho compases más tarde y tienes que saber ajustarte a un plano menos de líder y más de colectivo. Es un ejemplo banal, pero en ese sentido digo que a través de la música pueden aprenderse muchas cosas sobre la vida y la naturaleza del ser humano. Daniel Barenboim. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Instinto de supervivencia


La lucha por la vida en el fondo no es más que el instinto de supervivencia. La vida es algo sobre lo que no sabemos ni el porqué ni sobre todo el para qué. Hay algo que en las circunstancias más adversas, en las más difíciles, nos lleva siempre a querer seguir viviendo. Por eso es por lo que hablamos de esperanza, por pensar que quizá el mañana sea mejor. Sin la esperanza, quizá la especie humana ya no existiría. De todos modos, no sé si se perdería mucho con eso; creo que el universo no se daría cuenta de la falta. José Saramago. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

martes, 9 de agosto de 2011

Salvador Pániker



…Yo preconizo un arte de vivir que se basa en la superación del tiempo y en la capacidad de vivir el presente, aquí y ahora. La mayoría de la gente vive haciendo planes para el futuro o rememorando el pasado, cuando no lamentándolo. Y me pregunto: “¿Cuándo viven?” La idea es volcarse en algo que a uno le importe más que sí mismo, y eso se traduce siempre en un presente intensamente vivido….

…En la historia de Occidente es común el intento de neutralizar el miedo a la muerte. Spinoza decía que en nada hay que pensar menos que en la muerte, y eso enlaza con la mística. Los niños no la temen porque, como los místicos, viven aquí y ahora. Cuando eres adulto, si estás volcado en una obra que te importa más que tú mismo, no temes a la muerte ni transcurre el tiempo. También hay malos sustitutos: los fanatismos, esa entrega a una causa, en la que lo mismo matas que mueres… Salvador Pániker. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

lunes, 8 de agosto de 2011

El Bulli, o las excelencias culinarias del nitrógeno líquido


Imagínense si Cervantes viviera todavía entre nosotros (ya famoso) y anunciara que dejaba de escribir. O que Shakespeare convocara una rueda de prensa y declarara que se acabó, que no estrenaría más dramas. Que Mahler se retirara a una isla desierta a cazar mariposas. O que Picasso cerrara su estudio en vida y diera un portazo. En esos hipotéticos casos, no creo que en la prensa se armara la bulla que se ha montado con la clausura de El Bulli. Una algarabía mediática en dos tiempos: hace unos meses, cuando la anunció, y ahora, cuando el maestro ha echado el cierre con una pitanza de honor para una cincuentena de incondicionales patanegras. En total no he contado menos de tres docenas de páginas de glosas, análisis y condolencias en los grandes diarios españoles. Y durante algunos días no ha habido manera de zapear sin que apareciera en la pantalla algún bullicioso ditirambo visual adobado con sesudos comentarios de "creadores" y expertos. La misma tónica de consenso panurgista, con pequeñas excepciones, en los medios extranjeros: el mejor cocinero del mundo, uno de los máximos creadores de nuestro tiempo. Miren: es muy probable que yo tenga para la alta-altísima gastronomía (llamémosla así) la misma sensibilidad que un cohombro de mar, pero a mí todo esto me ha parecido un poco obsceno. Y, sobre todo, decadente. No cuestiono (al menos no fanáticamente) aquello de que la cocina (es decir, esa manera de entenderla) sea cultura. Pero, como muchos, estoy un poco hasta el hígado de que nos vendan las excelencias culinarias del nitrógeno líquido, de la gastronomía molecular y de la cocina-laboratorio servida en cantidades virtuales, comentada como si se tratara de sonetos inmarcesibles de Quevedo o de delicadas abstracciones de Blinky Palermo, y cobrada a precios ante los que no pestañean los consejeros del BBVA o de Iberdrola (8,92 y 14,84 millones de euros anuales, respectivamente). No voy a recurrir a la demagogia somalí o cuernoafricana (por mencionar ámbitos de -ay- depauperada cultura gastronómica), pero tengo la sospecha de que el desmesurado culto contemporáneo a la llamada alta gastronomía y la idolatría del Cocinero (permítanme que utilice la mayúscula) podrían ser síntomas de carencias culturales más profundas. Cada vez que he tenido ocasión (pocas) de degustarla en algunos de sus más afamados templos (emperejilada por sacerdotes discípulos o seguidores del genio) he terminado palatal y estomacalmente frustrado, pero con parecida impresión (visual) a la que tenía de pequeño cuando observaba el resultado de los experimentos que realizaba con mi juego de química Cheminova. En fin, que es una lástima lo de El Bulli. Y, en cuanto al señor Adrià, posible candidato al Nobel de Química (y, a juzgar por el entusiasmo de la prensa, hasta al de Literatura), quizás lo mejor es que le nombren ministro de Cultura. Algunos con menos méritos también han sido cocineros antes que frailes. Manuel Rodríguez Rivero. Babelia. El País. 6 de agosto de 2011.

domingo, 7 de agosto de 2011

Saramago


José Saramago es autor de uno de los más bellos discursos que se han escrito jamás. En diciembre de 1998, cuando acudió a Estocolmo a recoger el Nobel de Literatura. Saramago fue desgranando el origen y la motivación que había detrás de cada una de las obras publicadas hasta ese momento, a partir del relato de la peripecia vital de sus abuelos, vista con los ojos del niño que llegaría a ser escritor. “El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir”. Así comienza el discurso, con una frase que es el mejor homenaje imaginable a Jerónimo Melrinho, su abuelo.

Ante el selecto público asistente a tan solemne acto, José Saramago contó cómo sus abuelos, que vivían de la crianza de cerdos, metían a los lechones más débiles en sus camas durante las crudas noches de invierno, para evitar que murieran de frío. “Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable”. Extraído de “Entrevista con la cultura” César Coca. Editorial Bassarai. 1ª edición octubre 2005.

jueves, 4 de agosto de 2011

Cuando todo ha acabado, ¿qué queda?


El intelecto del hombre ha de escoger
entre la perfección de la vida y la del trabajo.
Y si elige la segunda, debe renunciar
a una mansión celestial, y rabiar en la oscuridad.
Cuando todo ha acabado, ¿qué queda?
Con suerte o sin ella, el trabajo ha marcado:
queda la perplejidad, la bolsa vacía,
o por el día vanidad, por la noche remordimiento.

William Butler Yeats.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Rita Levi-Montalcini



Un joven ayudante mío, un chino nacido en Taiwán que llevaba en Italia diez años cuando nos conocimos, había estudiado con discreto éxito la carrera de biología en la Universidad de Perugia y hablaba correctamente el italiano, aunque con acento y con palabras y giros que delataban su origen extranjero, observando un día en nuestro animalario dos camadas de ratones, que diferían en el comportamiento de la madre, el estado de salud y el número de crías, como veía que una de las madres rechazaba a sus crías, que eran pocas porque, como es frecuente en los roedores, se había comido a las demás al parir, y que la otra las amamantaba amorosamente, señaló a la primera con el ceño fruncido y la llamó, en tono severo, “madre bruta”, mientras que a la otra la calificó, con una sonrisa de aprobación, de “madre querida”. Aunque compartiera su simpatía por la madre que amamantaba, ningún italiano habría usado estos adjetivos. Es posible que mi ayudante chino usara “querida” y “bruta” porque no conocía bien la lengua, pero también porque quería expresar un juicio moral sobre el comportamiento de los ratones y demás animales, en lugar de aplicar, como nosotros, un criterio estrictamente biológico. Quizás en esto diferimos de los orientales: en que consideramos que sólo nuestra especie tiene el privilegio de regirse por principios morales, aunque haya que reconocer que no son mucho los que los aplican. Extraido de “Elogio de la imperfección” Memorias de Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina 1986. Editorial Tusquets. 1ª edición abril 2011.

Rita Levi-Montalcini fue siempre una persona muy activa, y ahora, con casi ciento un años, no parece sino que lo sea aún más. Se trata de una actividad polifacética: escribe por lo menos un libro al año; es senadora vitalicia, cargo en el que quizás ha salvado a Italia, con su voto, de una situación particularmente comprometida; dirige un instituto científico (EBRI), que fundó hace poco con la intención de proseguir la excelente labor científica desarrollada a lo largo de treinta años de investigación en Estados Unidos, labor que le valió, en 1986, el reconocimiento mundial que más ambiciona un científico, el Premio Nobel; creó y sigue dirigiendo una fundación benéfica cuyo fin, entre otros, es ayudar a las mujeres africanas estudiar, algo particularmente loable si se tiene en cuenta que en muchas partes de África las mujeres no tienen acceso a la enseñanza; y desde su regreso a Italia viene desplegando una gran actividad como conferenciante y divulgadora científica. Sorprende que una mujer haya logrado tantas cosas en un país machista como es Italia, y que continúe haciéndolo a una edad tan avanzada, pese a un considerable debilitamiento de la vista y el oído que habría reducido a la inacción total a cualquier otra persona. Es evidente que Rita posee esas extraordinarias dotes de las que tan eximios ejemplos nos ha dado el Renacimiento, y si bien es casi la única mujer que forma parte de esta selecta compañía, muestra, a diferencia de la mayoría de los famosos, una gran modestia y humildad, que realza tanto más sus virtudes. Luigi Cavalli-Sforza.

martes, 2 de agosto de 2011

Ningún ser humano es ilegal

Foto de Samuel Sánchez

El 15-M ha evolucionado a una especie de superhéroe colectivo que aparece allí donde está a punto de perpetrarse una injusticia. Ha evitado ya decenas de desalojos en los que los desahuciados eran viudas o ancianos o personas con problemas de movilidad. Llega antes que El Hombre Araña porque ni siquiera tiene que ponerse una capucha para ocultar su rostro. El 15-M posee una extraña identidad colectiva y proteica que le permite fenómenos tan raros como la bilocación, pues puede manifestarse al mismo tiempo en ciudades muy alejadas entre sí. Y no hay inspector capaz de pedirle el carné de identidad ni de detenerlo ni de llevarlo ante el juez porque carece de identidad y de rostro y de domicilio social. Hace poco, en el madrileño barrio de Lavapiés, el 15-M apareció de golpe para corregir una actuación absolutamente desproporcionada de la policía, que estaba deteniendo a un inmigrante sin papeles por haberse colado en el metro. Que las fuerzas del orden se movilicen por un euro, con la que está cayendo, tiene delito. El 15-M tardó en acudir tres minutos al lugar de los hechos. En la foto pueden ver al superhéroe colectivo gritando "fuera del barrio / fuera del barrio / ningún ser humano es ilegal". No hay nada como decir lo obvio para acojonar a la autoridad competente. La pasma pidió refuerzos que no fue preciso utilizar porque, como se ha dicho en otras ocasiones, las armas de los indignados son sus palabras y sus manos abiertas. Una vez disuelta la policía alborotadora, el 15-M se esfumó como si se lo tragara el asfalto. Hasta la próxima.

Domingo 31 de julio 2011. Suplemento El País. Ningún ser humano es ilegal. Juan José Millás.