viernes, 31 de octubre de 2008

Códice castellano.

No tener deudas ni amoríos, ni pleitos, ni riñas, ni repartos de bienes con los parientes, contentarse con poco, no esperar nada de los grandes, acomodar los deseos a la realidad. Vivir honradamente y sin ambiciones, entregarse sin escrúpulos a la devoción, dominar las pasiones, hacerlas obedientes. Conservar el espíritu libre y el juicio firme es esperar en casa, con gran sosiego, la muerte. (De un códice castellano del siglo XVI)

jueves, 30 de octubre de 2008

Proyectos comunes.


El deseo individual nos separa, los proyectos comunes nos unen. Saint-Exupèry escribe en una de sus obras: "Haz que edifiquen juntos una torre, y los convertirás en hermanos. Pero si quieres que se odien, arrójales comida. José Antonio Marina. Aprender a convivir.

miércoles, 29 de octubre de 2008

La derecha.

“No hay censura explícita. Tampoco existen listas negras. Pero lo que es cierto es que la derecha lleva años desarrollando su eterna estrategia: callar y aislar a los demás. Es su manera de hacernos creer a todos que somos una minoría, que somos unos pocos, cuando lo cierto es que la minoría, poderosa y rica, pero minoría, son ellos. El resto somos la mayoría y sería imperdonable dejarse intimidar y permanecer inmóviles”. Unas declaraciones de Tim Robbins sobre el cine en EEUU.

martes, 28 de octubre de 2008

Los regalos.

Una vez, un maharajá que tenía fama de ser muy sabio, cumplió cien años. El acontecimiento fue recibido con gran alegría, ya que todos querían mucho a su gobernante. En el palacio se organizó una gran fiesta para aquella noche y fueron invitados poderosos señores del reino y de otros países.
Llegó el día, y una montaña de regalos se amontonó en la entrada del salón, donde el maharajá iba a saludar a sus invitados.
Durante la cena, el maharajá pidió a sus sirvientes que separaran los regalos en dos grupos: los que tenían remitente y los que no se sabía quién los había enviado.
A los postres, el rey mandó traer todos los regalos en dos montones. Uno de cientos de grandes y costosos regalos, y otro más pequeño, con sólo una decena de presentes.
El maharajá empezó a abrir los regalos del primer montón y fue llamando a quien se los había enviado. A cada uno, lo hacía subir al trono y le decía:"Te agradezco tu regalo, te lo devuelvo y estamos como antes". Y le devolvía el regalo, sin importar qué fuera.
Cuando terminó con el primer montón, se acercó a la segunda montaña de regalos y dijo: "Estos regalos no tienen remitente. Estos sí los voy a aceptar porque no me obligan a nada y, a mi edad, no es bueno contraer deudas". - Cuentos para pensar. Jorge Bucay.

lunes, 27 de octubre de 2008

Civilizados.


"Mírelos. Tan civilizados dentro de lo que cabe, mientras no les cueste demasiado esfuerzo. Pidiendo las cosa por favor, quienes todavía lo hacen... Métalos en un cuarto cerrado, prívelos de lo imprescindible, y los verá destrozarse entre sí" ." Arturo Pérez-Reverte. El Pintor de batallas.

jueves, 23 de octubre de 2008

La hipoteca.


Y es que hemos dejado de ser ciudadanos y nos hemos convertido en clientes, clientes de las constructoras y de las empresas multinacionales que gastan miles de millones en convencernos de que si no les compramos esa segunda residencia o este coche que nos hipotecará la vida mucho más de lo que ya la tenemos hipotecada, no perteneceremos al grupo de los ricos y famosos cuyas vidas tanto nos interesa y cuyos descalabros con tanta atención seguimos durante el tiempo que nos deja libre el trabajo que hacemos a todas horas para pagar las hipotecas, o durante las horas que pertenecemos en las colas de las carreteras para alcanzar el chalet en cuestión y los que gastamos en abrirlo, limpiarlo, adecentarlo y volver a cerrarlo al día siguiente para, después de más horas de carretera, llegar a casa exhaustos el domingo por la noche listos para volver a comenzar al cabo de unas horas. Es un modelo de vida que nos ha seducido, difícil de comprender, pero así vivimos y así creemos que hemos alcanzado la felicidad. Es nuestra economía neoliberal que hemos abrazado sin tomarnos la molestia de analizar y sin darnos cuenta de que, por más casa y coches que tengamos las hipotecas que hay que pagar a fin de mes nos calvan en la tierra que hemos adquirido, a la que tenemos que volver sábados y domingos y días de guardar porque nuestro presupuesto ya no alcanza para conocer otros mundos, ni siquiera para quedarnos en casa tranquilamente y pasear por la ciudad sin que nos remuerda la conciencia por no aprovechar lo que con tanto esfuerzo estamos pagando. Por estos pagos y por otros que vendrán sacrificamos vida profesional y familiar, el buen humor, los ocios diversos, y tenemos que soportar que en el trabajo se cercenen nuestros derechos laborales si no queremos perder un empleo al que estamos ligados para poder atender esas famosas hipotecas que tanta riqueza proporciona a los bancos y a las multinacionales. Rosa Regás. Diario de una abuela de verano.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Terrorismo y justicia.


“La base de la civilización debería ser la justicia. Su fracaso es que hemos aprendido a mirar para otro lado. Cuando estalla un coche, la gente se siente aliviada de que el muerto no sea suyo. Y es natural, no lo critico”. Miguel Tomás-Valiente. Autor de El hijo ausente. Su padre Francisco Tomas y Valiente fue asesinado por ETA el 14 de febrero de 1996.

martes, 21 de octubre de 2008

Justicia.


"Cuando se habla de conciencia, hermandad y justicia en el mundo, alguna gente dice que eso solo son palabras que expresan sueños. Pero no solo las pesadillas pueden hacerse realidad, también pueden materializarse los sueños”. “La justicia consiste en tener respeto por el derecho de la gente a vivir como quiera”. Naguib Mahfuz.

lunes, 20 de octubre de 2008

El escritor y el lector.

"El escritor hace sólo el cincuenta por ciento del trabajo, y el lector, proyectando su vida en lo que lee, escribe el otro cincuenta por ciento. Por eso no hay dos ejemplares de la misma novela iguales, porque no hay dos lectores iguales". Arturo Pérez-Reverte.

jueves, 16 de octubre de 2008

Progresar.


El niño pequeño nos enseña inequívocamente que estamos sometidos a este doble dinamismo del placer y de la superación. Cuando nace, le importa exclusivamente satisfacer su necesidad de bienestar. Quiere estar bien alimentado, calentito, limpio, acogido. Pero antes de los tres años dice un frase que delata en su interior el impulso incansable de la especie humana. Dice: "Mamá, mira lo que hago". Se trata de una petición muy peculiar. No pide otro dulce, otro juguete, otro capricho, sino algo que pertenece a una categoría absolutamente distinta. Quiere sentir que progresa y que ese avance es reconocido por una persona significativa para él. Así seguimos toda la vida. Conviene que no lo olvidemos: necesitamos siempre sentir que progresamos. José Antonio Marina. Aprender a convivir.

La realidad.


El rey estaba enamorado de Sabrina, una mujer de baja condición a la que había convertido en su última esposa.
Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar de que la madre de Sabrina estaba enferma. Pese a que estaba prohibido usar el carruaje personal del rey, infracción que se pagaba con la cabeza, Sabrina subió al coche y corrió junto a su madre.
A su regreso, el rey fue informado de la situación.
-¿No es maravillosa? -dijo-. Esto es verdadero amor filial. No le ha importado jugarse la vida para cuidar de su madre. ¿Es maravillosa!
Otro día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y después le dio un mordisco al último melocotón que le quedaba en la cesta.
-¡Parecen buenos! -dijo el rey.
-Lo son -dijo la princesa. Y, alargando la mano, le cedió a su amado el último melocotón.
-¡Cuánto me ama! -comentó después el rey-.Renunció a su propio placer para darme el último melocotón de la cesta. ¿No es fantástica?
Pasaron algunos años y, a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.
Sentado junto a su amigo más íntimo, le decía: "Jamás se comportó como una reina. ¿Acaso no desafió mi prohibición utilizando mi carruaje? Es más, recuerdo que una vez me dio a comer una fruta mordida".

La realidad es siempre la misma. Y lo que es, es. Sin embargo, como en el cuento, el hombre puede interpretar una situación de una manera o de la contraria.

Si lo que ves se ajusta "a medida" con la realidad que a ti más te conviene....¡Desconfía de tus ojos! - Cuentos para pensar. Jorge Bucay.

Reservas de vida.


La mayoría de la gente vive -ya sea física, intelectual o mentalmente- en un círculo muy restringido de sus posibilidades. Todos nosotros tenemos reservas de vida en las que ni siquiera soñamos. William James.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Oda de Horacio


No intentes saber cuál será el último día
que a mí, que a ti
los dioses han concedido.
No hagas juegos astrológicos
más vale sufrir lo que venga
sea lo que sea
tanto si Júpiter te ha otorgado vivir más inviernos
como si éste fuera el último
sé sensato: saborea la vida,
ya que la vida es breve
acorta la larga esperanza.
Mientras hablamos
habrá huido envidioso el tiempo
goza el día de hoy y
no confíes en el mañana.

Oda del libro I de Horacio

lunes, 13 de octubre de 2008

La Princesa Inca. Segunda y última parte.


A los que se quedaron dormidos en el nunca, a los que sueñan sus verdades y se las niegan, a los que tiene mucho miedo, y lloran por cualquier cosa, y se ocultan la cara de vergüenza. A los tímidos, a los solos, a los raros, a los que dudan y dudan y les llaman inmaduros, débiles. A los que duermen en al fría cama del psiquiátrico, a las madres que cogen la mano de su hijo ingresado. Os digo que no vendan verdades, que la verdad no existe, la verdad y la razón son creaciones del hombre, para doler, para medir. Hay que luchar contra el silencio, y la ignorancia, Somos personas, no somos enfermos. ¿Quién tiene la Verdad absoluta, La Realidad Absoluta?... Que la muestre, que la enseñe si puede… ¡Es mentira, mentira, no existe! A los que llevan cicatrices de haberse rajado las venas, a los que consiguieron no rajárselas, a los que le paraliza la angustia, les paraliza para ser, amar, soñar. A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles. No escuchéis la voz de los que viven sólo para afirmar, controlar, o los que saben adónde van, dónde están, quiénes son, los que llevan la frente alta y no les tiembla la voz. A los que la ansiedad-la sociedad les hace fumar dos paquetes diarios, a los que no son sociables, ni aptos, ni lúcidos, no extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales. A los que nunca superarán un test psicotécnico, a los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío. A los que ahora están atados a una cama y no nos oyen, a los psiquiatras que abrazan a sus pacientes y pidieron alguna vez consejo al que llamaron esquizofrénico. A los que tenemos certificado de disminución y leemos a Lorca y a Nietzsche y lo que haga falta. A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre, a los que atravesamos cada día el túnel agarrados a las paredes negras. A todos los que saben o quieren escucharnos, y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis, estudios y estadísticas. A los psicólogos que dan besos. A los que hemos pasado ya el infierno y el cielo y no queremos volver nunca más allí. A los que roban dolor y devuelven en sonrisas, dice Sabina. Y sobre todo, a todas esas pupilas dilatadas de tanta química que miran aturdidas y absortas pero tienen luz más hermosas: “Que no existe locura sino gente que sueña despierta”. Cristina Martín – Princesa Inca, es miembro de Radio Nikosia.

La Princesa Inca. Primera parte.


Soy Princesa Inca, la reencarnación de una de las muchas que hubo, una princesa inca muy especial, pelirroja y pecosa como soy yo.
Esto para un psiquiatra, es una paranoia y para muchos, una locura, pero nadie en el mundo puede con certeza definir el límite exacto entre lo real y lo irreal. Para mí hay locuras cotidianas más graves, la guerra, el abuso, el maltrato, el trabajo, el consumo, la navidad, el querer estar delgados, el matrimonio, el hablar con los santos, los multimillonarios, la cocaína… La vida en sí misma es un sinfín de locuras y paranoias globales aceptadas por todos. “Les llamé locos, me llamaron loco y ganaron por mayoría” porque no existe el loco sin El Otro que lo nombra.
Creo que si la enfermedad mental denomina el sufrimiento de la mente, existe, pero si es una etiqueta para señalar a los diferentes y crucificarles por no seguir la norma, estamos hablando de mecanismos de control en sociedades deshumanizadas y estructuralmente enfermas, generadoras de gente enferma, un sistema psicótico (paranoico) que destruye mentes sensibles. En la presentación del libro de radio Nikosia dediqué este texto a esas mentes: (mañana más) Cristina Martín - Princesa Inca, es miembro de Radio Nikosia.

viernes, 10 de octubre de 2008

Momentos luminosos.


Qué espléndida lección para la mente: no reparar en el tiempo sino en sus beneficios, observar tan sólo las sonrisas, olvidar el ceño fruncido del destino, componer nuestras vidas de momentos luminosos y amables, reparando siempre en el lado bueno de las cosas, y dejar que el resto se deslice de nuestra imaginación, inatendido u olvidado. - William Hazlitt.

jueves, 9 de octubre de 2008

Contrastes.


La naturaleza es tan divina que se divierte con tales contrastes y a los más repugnantes y los más afligidos regala una flor. Y tal vez así la flor sea más bella: mi jardinero afirma que las violetas, para que tengan aroma superior, precisan estiércol de cerdo. Joaquim Maria Machado de Assis.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Llueve


Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós. Aplastamiento de las gotas. Julio Cortázar.

martes, 7 de octubre de 2008

Tozudez del inversionista.

Quienes han realizado en sacrificio (de dinero, tiempo o esfuerzo) para hacer algo, tienden a continuar haciéndolo, aunque les suponga más perdidas que ganancias. Casi todos hemos pagado dinero para ver una película que ha resultado pésima. Lo curioso es la frecuencia con que nos negamos a marcharnos del cine. Nos parece que aprovechamos mejor nuestro dinero quedándonos, aunque muramos de aburrimiento. Ese error -llamado “tozudez del inversionista- explica la persistencia de muchos matrimonios. He invertido tanto en él, que debo mantenerme en la brecha para justificar mi inversión pasada. Con un razonamiento parecido se arruinan muchos jugadores de bolsa.

lunes, 6 de octubre de 2008

Hambre.


Los países avanzados tienen que reducir la producción de alimentos o destruir parte de las cosechas para no hundir el mercado. Se paga por no cultivar. Es una decisión correcta desde el punto de vista económico. Pero hay más de mil millones de personas muriéndose de hambre, lo que hace que esa racionalidad, adecuada a su marco, resulte a la vez criminal en un marco más amplio. Según la ONU, en el mundo hay más de 1.200 millones de personas que viven con un dólar al día, pero en la Unión Europea pagamos a cada vaca un subsidio de dos dólares diarios. Ya se que esta ayuda se concede para favorecer la ganadería de nuestros países, pero la comparación de cifras es, cuando menos, desasosegante. La inteligencia fracasada. José Antonio Marina.

viernes, 3 de octubre de 2008

Revivir el corazón.



Tres cosas hacen revivir el

corazón: contemplar el agua correr,

el color reverdecido de la tierra

y el rostro hermoso de una mujer.


Corán.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Cuerpo y alma.


Hace mucho tiempo, el hombre oía extrañado el sonido de un golpeteo regular dentro de su pecho y no tenía ni idea de su origen. No podía identificarse con algo tan extraño y desconocido como el cuerpo. El cuerpo era una jaula y dentro de ella había algo que miraba, escuchaba, temía, pensaba y se extrañaba; es algo, ese resto que quedaba al sustraerle el cuerpo, eso era el alma.
Desde que sabemos denominar todas sus partes, el cuerpo desasosiega menos al hombre. Ahora también sabemos que el alma no es más que la actividad de la materia gris del cerebro. La dualidad entre el cuerpo y el alma ha quedado velada por los términos científicos y podemos reírnos alegremente de ella como un prejuicio pasado de moda.
Pero basta que el hombre se enamore como un loco y tenga que oír al mismo tiempo el sonido de sus tripas. La unidad del cuerpo y el alma, esa ilusión lírica de la era científica, se disipa repentinamente. - Milan Kundera - La insoportable levedad del ser.